{Publicado originalmente por Nathair}
Hoy narraremos en estas páginas (páginas??? O_O) la mayor guerra de la historia. El conflicto bélico que aún a día de hoy parece no tener un fin cercano: La guerra del hombre y sus encías contra los molestos trocitos que se meten entre los dientes.
En efecto, despreocupado lector (o lectora), se preguntará sin duda usted (o usteda) sobre los inicios de esta interminable lucha. Así pues, se los voy a narrar a continuación:
Todo comenzó en la Edad de piedra, concretamente en el 350.000 a.C, mes arriba mes abajo. Fue entonces, mientras los elfos y los orcos aún eran míseros engendros balbuceantes, cuando el Homo Priapensis dejó a un lado su dieta, exclusivamente consistente en papilla de otros miembros de su especie, y decidió llevarse a la boca algo más solido... El sólido se tomaría su revancha...
(¿Sabías que: los sólidos no se transparentan a la luz cuando no hay luz?)
Misteriosamente no tenemos muchos más datos de ésta época. Muchos historiadores dicen que ésto es porque éstos homínidos no sabían escribir... Esto es falso pues está demostrado que la prensa rosa siempre ha existido. Así que esa ausencia de datos debió sin duda ser causada porque los nacionalistas catalanes les reclamaron los papeles, y a día de hoy siguen enterrados en el tenebroso castillo de la Generalitat catalana.
LLegamos a la época del antiguo Egipto. Se sabe que allí hubo una divinidad para adorar a éstas simpáticas criaturas, llamada Puajkesesto Kesemameti Onlaboka.
(¿Sabías que: los antiguos egipcios se afeitaban y se untaban de aceite todo el cuerpo para no mojarse cuando lloviera? Cosa muy estúpida ya que en Egipto sólo llovía un minuto y tan sólo el día 24 de Marzo)
A lo largo de la historia el ser humano (y la sera humana) ha proseguido con su lucha para derrotar a este enemigo. Fue en la Edad Media cuando a Vlad Tepes se le ocurrió una idea mientras practicaba la saludable costumbre de ensartar turcos en estacas cual brochetas: ¡podía usar esa misma arma contra los remostrones! Y así lo hizo, siendo Vlad Tepes el primer hombre conocido que logró vencer la invasión remostrónica.
(¿Sabías que: "Drácula", de Bram Stoker, es una versión muy suavizada y para niños de la vida real de Vlad?)
Y con ésta arma y el cepillo de dientes actual, inventado en el siglo XIX por Gustavo Adolfo Bécquer, la humanidad esta empezando a reducir a su ancestral enemigo. Pero no hay que confiarse, estimados lectores, ya que parece que se están reagrupando y ganando fuerza gracias a alimentos nuevos y endiablados tales como los Brekkies Excel o los Mastertazos de las bolsas de Cheetos.
{Publicado originalmente por Nathair}
jueves, 27 de diciembre de 2007
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