Ahora que he captado vuestra atención gracias al título de esta entrada (lo sé, es jugar sucio pero la vida es dura y exasperante, especialmente si eres aficionado a la cría e hibridacíon de diferentes especies del murciélago orejudo de Ciguatanejo) os voy a hablar de un tema de candente actualidad como es el cinematógrafo.
- ¡El Cinematógrafo! ¡Me cago en mi manto! ¿Pero eso todavía existe? - No hijo, no. Todo fue un sueño que un día atrajo a las mentes más preclaras de su época. Hoy sólo existe la palabra pues todos los ejemplares existentes de este aparato, otrora considerado maligno, fueron debidamente empanados, fritos, rebozados y servidos en McDonalds bajo el nombre de McNuggets.
Willhelm W. Forstock dijo de él en 1856 antes de su invención, y cito textualmente: "Nunca supe cual fue la misteriosa fuerza que me atrajo desde mi casa de Wisconsin hasta estos ubérrimos páramos de Almendralejo, pero juro que como el chico del bar de tapas no me traiga mis berberechos con anchoas en menos de cinco minutos soy capaz de meterme en (aquí el nombre de su carrera/estudios que cursa)".
Así lo hizo el buen hombre, y de él todos aprendimos una valiosa lección moral que veo tan obvia que ni tan siquiera nombraré.
PD/Briconsejo de hoy: Bienamados transeúntes de la internec, no chupéis nunca la parte de detrás de vuestro frigorífico o podéis acabar escribiendo este tipo de cosas como me ha pasado a mí. Juro que yo sólo pretendía hablar sobre el uso del "a ver" y "haber" y sus diferencias; porque estoy hasta el cremáster de leer "Haber si nos vemos más" por los blogs, fotologs y epitafios de mucha gente...
Un saludo con la ingle.
jueves, 24 de abril de 2008
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