martes, 8 de julio de 2008

España profunda (y cani), Vol. II.

Tras el éxito que tuvo esta sección en su primera aparición, tengo el placer de presentaros la segunda entrega de...

España profunda (y cani), Vol. II.


Si en el Vol. I nos hacíamos eco de las reivindicaciones de uno de los últimos agricultores urbanos que existen, hoy regresamos con un sector de gran y abrumadora inteligencia, con el único e inigualable sentido común del parque de ingenieros (todos en general) de esta nuestra gran nación.

Os pongo en situación:
En una finca de reciente construcción se instala el típico teléfono-vídeo-portero de última generación. Todo correcto.
Pero de repente un día se produce un ataque contra la integridad física y moral de este aparato, y "La Comunidad" procede a su reparación.
El problema (re)surgió cuando los vandálicos atacantes (seguro que era gente de negro y pelo largo) repitieron su azaña.
En esta ocasión "La Comunidad" decidió cortar por lo sano y evitar más ataques a su estimado electrodoméstico, así que se pusieron en contacto con una empresa-ingenieril de gran renombre nacional, la cual no nombraremos en este blog para no hacerles publicidad, con el objetivo de que les solucionaran su grave problema.

Tras unos meses estudiando la situación del edificio, su posición geográfica, la orientación solar de este, la alineación de las estrellas, la cantidad de tías buenas que él entraban, la matanza indiscriminada de focas en el Polo Norte, y (como veréis a continuación) muchas otras cosas más que no tienen absolutamente nada que ver con el problema que se les planteaba, diseñaron un prototipo muy avanzado de protección de interfonos; el resultado fue el siguiente:




El telefonillo en cuestión y su maravilloso escudo anti-láseres.


Cerradura de acero cementado con reconocimiento de huellas dactilares y retinas.

Aquí podéis comprobar el perfecto acabado del producto.



Y por último, aquí tenéis un retrato del interfono encarcelado pidiendo ser liberado:
Si tienes sentimientos (y no me refiero precisamente a la regla), envía un sms al 5544 con la palabra "atontado" o , simplemente, añade un comentario a esta entrada; recuerda él lo haría por ti, y nosotros te lo agradeceríamos pidiéndole a Dios que te lo pague con hijos, y si no te lo paga: pásate por mi casa.

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